lunes, 11 de noviembre de 2013

Zelkova parvifolia comercial


Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida.
 
Woody Allen,
actor, director y escritor estadounidense.
 
 
    Hace ahora cuestión de un año y medio (casi), y pasando cierto comercio, vi unos bonsáis comerciales. Ya había tenido antes bonsáis de estos, y siempre terminaba la historia de la misma manera, con el bonsái muerto. Esta vez, una bombilla se me encendió en la cabeza y recordé que un conocido tenia bonsáis, ¡y no se le morían!, acto y seguido, llame, quedamos y me llevo a una asociación de bonsáis que hay en mi ciudad (Huelva). Nada mas llegar al lugar nos recibieron, el presidente, Bernardino y un socio, Miguel.
    Al llegar a la terraza pensé, ¡Madre mía! estos son bonsáis, si no es nada comparable a lo que yo había visto antes. Estuvimos un rato conversando sobre los días en los que los socios se reunían, sobre el sitio y sobre mi intención de comprarme uno de los bonsáis del centro comercial. Me dieron el consejo, de que ese dinero mejor lo ahorrara para invertir en un material mejor. Y ahora se que era un consejo muy valido, pero por aquel entonces no, y que hice:
 
  
   Me compre esta zelkova, no sin antes haber leído y releído en foros, muchas cosas sobre los bonsáis comerciales y su mala tierra. De esta forma lo primero que hice, y aunque no fuera el tiempo para ello, fue cambiarle la tierra. Por aquel entonces no sabia nada de cuando había que trasplantar y ni mucho menos el tipo de sustrato que debía de ponerle. Con todo esto hecho ya, me lleve mi bonsái a la asociación, y aquel día aprendí un par de cosas. Uno, no era la época de trasplantes, esta es en primavera antes de que las yemas comiencen a hincharse y que la tierra en la que había trasplantado mi bonsái no era buena. Dos, el bonsái no tenia forma ninguna, por lo cual tenia dos alternativas, dejarlo tal cual o proceder a una poda para intentar conseguir darle forma:
  
 
 
    ¿Habéis adivinado ya por cual me decidí? pues si, me decidí por pegarle el corte y así se llevo un buen tiempo. Tengo que decir que lo que pretendo con esta zelkova parvifolia, es convertirla el día de mañana en un moyogui.
 
 
   
   Y para empezar tal camino nada mejor que refinar el corte y elegir la rama de sacrificio.
 

 
    No se cuando conseguiré unas bonitas formas en este árbol, en el futuro quizás, de momento el viaje me esta resultando bastante divertido.

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